Las pamelas para invitadas de boda

1/9/15




Hemos hablado de los canotiers para invitadas de boda, ahora le toca el turno a las pamelas. Las pamelas las vemos tanto en verano como en invierno, con un caracter más desenfado o un estilo más sofisticado.
Y es en los grandes eventos donde más dudas tenemos acerca del protocolo a cumplir. Así que aquí os dejamos una serie de consejos para que brilléis como invitadas de boda perfectas que sois.

En primer lugar, vamos a recordar que la función de los canotiers y de las pamelas es la de adornar la cabeza y proteger del sol. Por eso, el protocolo dicta que una pamela se debe de llevar desde el 15 de marzo hasta el 15 de octubre, aunque las podemos ver el resto del año.

Otro punto a tener en cuenta es el tamaño, no todas las invitadas se dan cuenta de este error, pero no es recomendable que la pamela sobrepase el ancho de los hombros. El motivo es bien sencillo: la comodidad tanto de los comensales que tenemos al lado como la nuestra.

También es aconsejable elegir la pamela según nuestro cuerpo: la forma del rostro, el color del pelo, e incluso nuestra silueta puede hacen que una invitada varíe en su elección. En el caso de las mujeres con pelo castaño o moreno, lucen perfectas con pamelas en colores claros, mientras para el que el cabello rubio es mejor decantarse por los colores oscuros.

Ya hemos hablado en peinados para una invitada de boda de cuáles son los recogidos perfectos para las pamelas y canotiers. Sin embargo, hay que recordar que la pamela debe de inclinarse hacia la derecha, por lo tanto, el recogido o peinado debe de estar orientado hacia el lado contrario. El protocolo oficial describe que el acompañante masculino se sitúa a la izquierda y es por eso que la pamela debe de orientarse hacia el lado contrario para no molestarle.

Y no por hablar de ello, no hay que informarse pero cualquier invitada de boda debe saber que la pamela es la que dicta el protocolo del saludo. Esto significa que hay que evitar en cualquier caso saludar besando ambas mejillas, por lo que si la pamela está inclinada a la derecha, podremos recibir el beso en la mejilla izquierda. O sino, otra opción muy de damas y caballeros es el besar la mano de la invitada a la boda.  Así que ya sabéis, nunca nos quitarnos la pamela: ni para saludar, ni tan siquiera en el banquete; tan sólo existe una salvedad, si la pamela es tan grande que moleste a los comensales que tenemos a nuestro lado, entonces es cuando podremos hacerlo.