El primer coolhunter - Bill Cunningham

8/1/15


                            ¿Cómo vamos a entender la moda si no conocemos su historia? 
En Dresseos creemos que es una buena forma de inaugurar nuestra sección de "tendencias"  hablando de algo tan actual  como son los coolhunters o egobloggers de moda. Recurrimos constantemente a ellos para conocer las últimas tendencias en moda. A todos nos suena el nombre de Scott Schuman creador de  The Sartorialist,  Gala Gonzalez de Amlul,  Alexandra Pereira de Lovely Pepa o a la archiconocida Olivia Palermo pero seguro que no os suena un grande de los grandes y precursor de esta masiva tendencia, Bill Cunningham

"Todas las mujeres de Manhattan se visten para BillAnna Wintour, editora de Vogue USA.

Bill Cunningham,  primer cool-hunter de la historia. Antes del boom que hoy conocemos con millones de páginas dedicadas al 
"street style" estaba Bill,  pedaleando en su bicicleta (todos los días, desde hace más de 30 años) por las grandes avenidas de la Gran Manzana en busca de bolsos, pantalones, abrigos, zapatos... como el dice: "El mejor desfile está en las calles".

Bill comenzó a retratar la moda, en la calle casi por causalidad. En 1978 quedó ensimismado con un abrigo de nutria que llevaba una mujer oculta en unas grandes gafas por las calles de Nueva York. Era la mismísima Greta Garbo pero a él esto le daba igual; "No veo  a las personas a las que  fotografío, sólo veo su ropa".

                  Greta Garbo> photo by Bill Cunningham

El gran creador de tendencias en moda colabora, desde los años `70  con la revista New York Times donde tiene dos secciones semanales "On the street" y " "Evening hours". A día de hoy y con 80 años sigue cogiendo su cámara y ocultándose entre la multitud.


Quienes no conozcan a este icono del "street style" y fuente de inspitación de tantos otros, como el actúal y  mediatico creador de "the satorialist" os recomiendo que veáis la película dirigida por Richard Press en 2010 donde se documenta la vida de este gran personaje "Bill Cunningham, New York"


Ocho años necesitó Richard Press para convencer al fotógrafo en la elaboración del film ya que, paradógicamente Bill siempre trata de salir desapercibido, no sólo mientras hace fotos, un detalle importante para conseguir esa espontáneidad y frescura que se retrata en sus fotos sino también por su personalidad, fuera de entregas de premios, fistas, desfiles...